MAPAS  CONCEPTUALES

Los mapas conceptuales son esquemas gráficos que posibilitan la organización de la
información y la comprensión de lo expresado en un texto. Los elementos que los componen
son los conceptos, términos que se utilizan para dar cuenta de un acontecimiento, situación o idea. Por lo general son sustantivos.

Los conceptos se distribuyen de manera jerárquica desde el más amplio, que se ubica en la parte superior del mapa, hacia los más específicos que se ubican en la parte media e inferior. No se debe repetir un mismo concepto en el cuadro.

La disposición de los conceptos se realiza en niveles, que se unen unos a otros a través de líneas donde se colocan los conectores. Estos pueden ser palabras: verbos, conjunciones, artículos y/o proposiciones enlaces.
Siempre se escriben en letra minúscula y no se destacan más que los conceptos.

La función del mapa conceptual es permitir reconocer lo más importante y presentado de manera clara, para que al mirado se puedan entender rápidamente las relaciones entre los conceptos. El mapa conceptual se lee de arriba hacia abajo.

Es recomendable elaborarlo con un número reducido de conceptos para facilitar su interpretación. Si se quieren incluir muchos conceptos, es preferible hacer un mapa general y luego varios mapas parciales, en lugar de hacer uno muy extenso.

Resumiendo, los mapas conceptuales son útiles para repasar un tema: permiten diferenciar
los conceptos más importantes y comprender las relaciones de jerarquía entre ellos.

¿Cómo?
Para elaborar un mapa conceptual se debe:

Paso 1. Identificar las ideas centrales del tema de estudio que se quiere representar.

Paso 2. Seleccionar los conceptos centrales.

Paso 3. Copiar los conceptos principales en elipses de color.

Paso 4. Ubicar las palabras que conectan los conceptos y resaltadas de forma que no se

destaquen más que estos.

Paso 5. Organizar los conceptos en forma jerárquica en un borrador y luego elaborar
el mapa definitivo.